La depresión puede ser el resultado de estar centrado en uno mismo y en las circunstancias en lugar de centrado en Dios.

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera." (Isaías 26:3) La paz perfecta es el resultado de una mente que está llena del conocimiento de Dios.

Cuando uno está deprimido por lo general es debido a que su enfoque es erróneo. La depresión no es mayor que la Palabra de Dios. Nada lo es, para el caso. Recuerde que todo aquello que pienses se volverá más grande en tu mente. La Biblia se refiere a esa vida de pensamientos que deben ser controlados, como "fortalezas". (2 Corintios 10: 4-5)

Tu vida va a seguir su enfoque. Aquellos que piensan en sus debilidades, fracasos, heridas y dudas, se deprimen. El cuerpo va a responder a los estímulos del cerebro y de las palabras que salen del corazón. Incluso puede haber cambios fisiológicos en el cerebro que sólo multiplicarían el problema.

Necesitamos estar llenos de Dios para resistir las presiones de este mundo. Si no nos mantenemos llenos de Dios en nuestras mentes, cuando vengan circunstancias difíciles (las cuales suelen venir), esas cosas parecerán más grandes que Dios. Sobre una base diaria, es necesario tener un corazón agradecido. Piensa en algo positivo en tu vida. ¡Comienza con el hecho de que como creyente tienes vida eterna! Dale gloria a Dios por todas las cosas buenas en tu vida y dale gracias por las nuevas cosas buenas que están por venir. ¡Un corazón alegre es una buena medicina! (Proverbios 17:22)

Pablo nos dice en Filipenses 4:8-9 que pensemos en las cosas que son puras y buenas. Romanos 8:6 nos dice que mantengamos la mente llena de la Palabra de Dios, porque si no lo hacemos, vendrá destrucción. Isaías 26:3 nos dice si nuestra atención se centra en Dios, tendremos paz perfecta. Tenemos la capacidad de llevar los pensamientos cautivos e intercambiarlos por pensamientos de Dios (lo que la palabra de Dios dice acerca de nosotros y para nosotros).

La depresión puede ser el resultado de estar llenando la mente con miedo e incredulidad, o con la meditación de las heridas y los fracasos del pasado. A medida que el intercambias tus pensamientos negativos por pensamientos de Dios, encontrarás que no tienes suficiente espacio en tu corazón ni en tu mente para estar deprimido. No hay depresión con la Palabra de Dios. Sólo hay vida y la paz.