Herederos y Esclavos

“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo” (Gálatas 4:1)

¡La redención nos ha recreado, nos ha transformado y nos ha trasladado! Somos una nueva creación y estamos sentados en los lugares celestiales. ¡Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo! Somos herederos del Reino, herederos de la salvación, herederos según la promesa y herederos de la gracia de la vida!

Incluso el más reciente creyente es un heredero. Sin embargo, sería posible que un heredero no tenga ni idea de que es "señor de todo." Debemos crecer en la gracia de Dios y aprender a vivir en el Reino

“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2: 2).

Decirle a un niño que él es un heredero no tiene mucho sentido. Un príncipe recién nacido un día será rey, pero ahora mismo es un bebé como cualquier otro bebé en el reino. Su futuro es posicional pero su presente es práctico. Él tiene que crecer. Tiene que aprender y ser educado en el funcionamiento de su reino.

Así es en el Reino de Dios. Mientras que el Evangelio nos ha convertido en señores de todo, muy pocos son los que crecen en una comprensión de lo que eso significa. Algunos permanecen bebés toda su vida. El increíble potencial de su nueva identidad nunca se descubre o se libera en el mundo. No se diferencian en nada de un esclavo.

“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,” (Efesios 4:13-14)

Es hora de aprender, crecer y tomar el rol que nos corresponde en Cristo. Los bebés (aunque sean herederos) nunca reinarán en vida.

¡Decídete a crecer en todo aquello que Jesús ha creado para que tú seas!